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Metrópolis en movimiento

Publicado: 2015-12-29


Durante mucho tiempo, los habitantes de las grandes urbes han privilegiado el uso del auto como medio de transporte. Pero la creciente polución y el agotamiento de los combustibles fósiles exigen otras alternativas. La peatonalización, la bicicleta, el transporte público y el uso de opciones más eficientes para el auto son las claves para recuperar la salud ambiental.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2010 aproximadamente el 50% de la población vivía en ciudades. Para el 2050 se espera que esa cifra ascienda a 70%, principalmente en los países en desarrollo y los emergentes. En este contexto, uno de los principales desafíos del siglo XXI se vincula con una cuestión tan básica y, al mismo tiempo, tan compleja: cómo nos movilizamos.

Durante los últimos años, y producto de algunas investigaciones internacionales, los gobiernos de las principales megaciudades del mundo adoptaron un nuevo paradigma en sus políticas: el pasaje del “transporte” a la “movilidad”. Lo que pareciera ser un simple cambio de denominación es en verdad una nueva concepción del punto de vista con el que se buscará responder a la pregunta de cómo nos movemos en el espacio urbano. La política se ha centrado tradicionalmente en las demandas del automovilista, con construcción de carreteras y extensas autopistas, y una expansión del espacio.

Hoy se está modificando ese punto de vista a favor del ciudadano. Con este cambio de paradigma, se ha buscado dar respuesta a iniciativas sustentables en sus tres ejes: beneficios económicos en producción y consumo, facilidades de interacción y movilidad para los ciudadanos, y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (que encuentra en el transporte una de sus principales causas), considerando que vivimos en un sistema de producción capitalista basado en la explotación de combustibles fósiles.

Casos como la polución en las grandes capitales del mundo son una clara señal que el modelo no funciona. Es necesario promover el desarrollo de una economía local, reducir el impacto ambiental, especialmente en lo que se refiere a la contaminación del aire y sus consecuentes incidencias en la salud humana.

Por su parte, la bicicleta se ha transformado en protagonista de las calles de las principales urbes del mundo, a través de las ciclovías o bicisendas, además de las facilidades para acceder a ciertos locales, restaurantes y otros espacios de entretenimiento.

Pero la industria del automóvil está en el centro de nuestro sistema económico. ¿Qué ocurre cuando necesariamente debemos movilizarnos en vehículo particular?

La respuesta se encuentra en una necesaria reconversión del mercado productor automovilístico, autos más eficientes. Nuestra sociedad sociedad ha mantenido una posición respecto al uso del petróleo como única fuente de combustible y en nuestra coyuntura existe necesidad de pensar en alternativas más eficientes y sustentables para el ciudadano, pero por sobre todo para la naturaleza.

Hay avances pero hay aún camino por recorrer. El cambio empieza por uno mismo.


Escrito por

Alberto Riva Vásquez

Caminante, registrador de momentos. Ser humano en construcción @AlbertoRivaV


Publicado en

Apuntes para el desarrollo sostenible

Perspectivas de desarrollo, la comunidad y ambiente. Reflexiones del quehacer socioambiental.